miércoles, 30 de octubre de 2013

Trucos para ahorrar energía en verano

descubre cómo mantenerte fresco este verano
¿Eres de los que les sienta fatal el calor? ¿No soportas el verano y sus altas temperaturas? ¿Vives pegado al ventilador  y al aire acondicionado? Te dejamos algunos consejos y sugerencias para ayudarte a combatir el calor y que tu bolsillo y el medio ambiente sufran lo menos posible.
Lo primero y más importante es intentar mantener la casa aislada, para evitar que entre calor y suba la temperatura del interior. Para eso, es imprescindible cerrar las persianas o correr las cortinas en las horas de mayor exposición al sol.
Además, tener las ventanas de distintas partes de la casa abiertas es una buena forma de generar corrientes de aire y que la sensación térmica sea mejor.
Otra buena forma de combatir el calor y de notar un ahorro energético es acostumbrarse a utilizar agua fría. Una ducha de agua fría en verano no sienta mal a nadie y también puedes hacerlo para lavar la ropa y los platos.
Si, pese a todo, no soportas el calor y necesitas algo más, un ventilador puede ser una buena opción. Tiene un consumo bajo y se puede reducir la temperatura entre 3-5º. Y si todavía no es suficiente y tienes que recurrir al aire acondicionado, te informamos de que la temperatura ideal está entre 22-24º, una temperatura más baja hará que aumente el consumo energético considerablemente.
Así que ya sabes, ¡este verano combate el calor de la forma más económica y ecológica posible!

Como autemtar la vida de tu coche

El coche, después de la vivienda, es generalmente la inversión más importante de nuestras vidas. Con él vamos al trabajo, con los amigos o de vacaciones. Su perdurabilidad y por lo tanto optimización dependerá del uso que hagamos de él, así como de los accidentes, reparaciones e incluso de la marca.
Para mantener el coche en un buen estado no hace falta ser mecánico ni un entendido de la materia. Basta con seguir una serie de costumbres y cuidados que, a largo plazo, tendrán sus frutos gracias a nuestra actitud proactiva y prevenida.
Ahorrarenmantenimiento
- Un lavado correcto
Ya sea en el tunel de lavado, con agua de presión o a mano, lavar el coche aumenta la duracción de la carrocería y retrasa su depreciación. Según el uso que se le de, hay que hacerlo una vez al mes o semanalmente.
- Controla la presión de los neumáticos
Igual que es aconsejable beber agua aunque no tengas sed, hay que vigilar la presión de los neumáticos aunque a simple vista parezcan en buen estado para evitar que aumente el consumo de tu coche y sobre todo, mejorar la seguridad.
- Vigila el nivel de aceite
Lubricar todas las piezas del motor es fundamental. No esperes a que se encienda el testigo de medición del nivel de aceite. De esta forma, evitarás un desgaste precipitado del vehículo y, como consecuencia, garantizarás su buen funcionamiento.
- A la hora de conducir…
Espera 10 segundos para que se caliente el motor antes de arrancar. No aparces subiendo la rueda a los bordillos, pon el freno de mano al estacionar, reduce la velocidad en los badenes y no cargues el coche con mucho peso. No apoyes el pie en el embrague si no es necesario y evita hacer desplazamientos muy cortos.
- ¡No apures el depósito!
¿Cuántas veces hemos conducido en reserva por pereza a ir a repostar? Pues bien, siempre hay que intentar tener al menos un cuarto del tanque lleno. Utilizar el combustible del fondo incrementa la probabilidad de bombear partículas sucias, aire o humedad, afectando la vida del filtro y la bomba de gasolina por sobrecalentamiento.
- Iluminación
Es importante comprobar mensualmente el buen funcionamiento de todas las luces y mantener su superficie exterior libre de barro y suciedad.
- Ojo con los frenos
Cambia las pastillas y zapatas de freno cuando sea necesario, ya que de lo contrario te arriesgas a tener que cambiar discos o tambores
- Consulta un especialista
Aunque estos consejos te ayudarán a no llevar el coche periódicamente al taller, es aconsejable hacer al menos un chequeo médico anual y siempre uno antes de ir de vacaciones para evitar imprevistos.

Trucos para ahorrar en calefacción

El hogar. En verano le abandonamos por el buen tiempo y las vacaciones. Los parques, las terrazas y las piscinas. Cualquier lugar es idóneo para disfrutar del sol con moderación. Pero llega un día con el otoño en el que bajan las temperaturas y nuestro cuerpo, poco acostumbrado a este clima, pide sopa, un café y una batamanta. Y todo eso, acompañados de una buena calefacción.
Ahorrar en calefacción
Hoy te enseñaremos cómo perder el miedo a las facturas de la calefacción gracias a estas medidas de ahorro:
- Aislar las ventanas. Entre el 25% y el 30% de nuestras necesidades de calefacción son debidas a las pérdidas de calor que se originan en las ventanas. Un buen aislamiento en el hogar nos ayudará a aprovechar al máximo la calefacción.
- Emisores térmicos o radiadores. Un sistema eficiente que racionalice el consumo es fundamental. No es aconsejable cubrir los radiadores.
- Controla la temperatura. Por cada grado que aumentemos la temperatura se incrementa el consumo de energía aproximadamente en un 7%. La temperatura ideal para la casa está en torno a 20 grados según los especialistas.
- Suelo radiante. Su uso conlleva un ahorro de energía importante, ya que el agua que circula por los tubos del suelo tiene una temperatura inferior a la de otros sistemas de radiadores. Además, el calor se reparte desde el suelo, lo que se traduce en una distribución más homogénea del calor.
- Revisar el sistema de calefacción. El cuidado y mantenimiento de nuestras instalaciones antes de que empiecen los meses fríos es básico para no gastar más de la cuenta. Echa un vistazo a las unidades terminales y en caso de que sea necesario, purga los radiadores al menos una vez al año.
- Apagar la calefacción por la noche y encenderla por la mañana una vez que hayamos ventilado. Diez minutos de ventilación son suficientes, evitando de esta forma que el frío provoque la pérdida de calor. Además, es conveniente reducir la posición del termostato a 15ºC si se va  ausentar durante unas horas.
- Dar un respiro al medio ambiente. Para consumir menos energía y mejorar nuestro bienestar térmico, podemos llevar más ropa, dar un paseo o tomar una bebida caliente.
El tipo y el tamaño de la vivienda, el uso que se haga de la misma y la zona donde esté ubicada son factores que determinan el aparato idóneo de calefacción. Pero en todos ellos podemos ahorrar para vivir cómodos y calientes en nuestro hogar sin darle demasiada importancia a las facturas.

martes, 29 de octubre de 2013

Trucos de ahorro en casa: el baño

Una vez que te has aprendido nuestros consejos de ahorro en la cocina toca aplicar los conocimientos en el baño. Vamos a repasar cuáles son las recomendaciones y trucos para que nuestra factura a final de mes sea mucho más baja. Coge lápiz y papel y toma nota:
- Si el horno es el electrodoméstico con mayor consumo de toda la casa, la caldera de agua caliente ocupa el segundo lugar: suele superar el 25% del total de nuestra factura. Utiliza el agua caliente solo cuando lo necesites e intenta dejar los baños largos para momentos de stress. Para que te hagas una idea, el consumo de una ducha es cuatro veces menor que el de un baño Por lo tanto, consejo número 1: dúchate en lugar de bañarte.
- Uso del agua: además de regular la temperatura de la ducha, recuerda aprovechar al máximo el agua que utilizas. Por ejemplo: suponemos que no se te pasará por la cabeza dejar el grifo abierto mientras te cepillas los dientes. Pues tenemos que hacer lo mismo al afeitarnos y/o depilarnos. ¿La mejor opción? Poner el tapón al lavabo y utilizar el agua para todo el proceso.
ahorro cuarto de baño
La cadena del váter tiene su aquel. Si tienes la suerte de tener dos secciones en el botón de la cadena, estás de suerte: el botón pequeño para cuando haces “pipí” y el más grande para tu “popó”. Aunque suene a chiste, podemos ahorrar hasta 100 litros de agua al mes con este simple gesto. Si tu cadena sólo tiene un botón, utiliza el retrete solo cuando sea necesario: el váter está para lo que está, no lo aproveches para tirar la basura.
- Por último, recuerda cerrar bien el grifo para evitar posibles goteos y, por tanto, posibles sorpresas a final de mes.

lunes, 28 de octubre de 2013

Trucos de ahorro en casa: la cocina

En la cocina, por ejemplo, tenemos varios electrodomésticos que solemos utilizar de forma errónea:
- El microondas, que saca de cualquier apuro a los menos cocinillas, es el aparato con menor consumo energético de los que encontrarás en tu cocina. ¿Sabías que cortando una patata en láminas finitas, añadiendo un poquito de aceite y pimienta y metiéndolas al “micro” tienes un plato muy apetitoso? Eso sí… ¡Recuerda tapar el cuenco con film transparente!
- La vitrocerámica o cocina de gas, también conocida como “vitro” tiene también sus trucos para consumir menos energía: recuerda utilizar siempre recipientes más grandes que la zona de cocción (para no desperdiciar calor) y ponerle la tapa a las ollas y sartenes al cocinar para que la comida se haga antes.
ahorrar cocina
- Si el microondas es el más “light” en cuanto a consumo energético se refiere, el horno se sitúa en el lado opuesto de la balanza. Seguro que más de una vez, haciendo una pizza, has abierto el horno para ver si estaba lista y lo has vuelto a cerrar. ¡MEC! ¡Error! Ese simple gesto ya obliga al horno a bajar entre 25º y 30º su temperatura, obligando al aparato a consumir más energía. Un consejo: si el horno lleva bastante tiempo encendido, puedes apagarlo cinco minutos antes de terminar de cocinar. La comida se seguirá haciendo con el calor que queda dentro y ahorraremos bastante energía.
- El lavavajillas. ¿Verdad que alguna vez te has preguntado si consume menos el “lavaplatos” que fregar la vajilla a mano? La segunda opción, la tradicional, supone un 40% más de consumo que si utilizamos el lavavajillas. Y si encima lo utilizamos en el “programa económico”, el ahorro es mucho mayor. Recuerda… ¡El lavavajillas siempre lleno antes de ponerlo!
- Aunque es el último electrodoméstico de la lista, no es el que menos consume. Todo lo contrario: el frigorífico supone casi el 20% de nuestra factura de electricidad. Evita abrir el “frigo” si no es necesario y, si lo haces, que sea el menor tiempo posible. Los frigoríficos “No Frost” y con etiquetado energético A+ o A++ son los mejores para ahorrar a final de mes. Ah… Y tal vez parezca una tontería pero sitúa el frigorífico siempre en una zona donde no dé el sol: tu bolsillo también lo agradecerá.